Muchas veces en la cocina menos es más.
Una escalivada apenas lleva elaboración, y aún así es un plato completísimo y delicioso para disfrutar tanto como guarnición de carnes o pescados, como plato principal si lo acompañamos de huevo o de unas anchoas, unas sardinas o un delicioso salmón ahumado. También podemos disfrutarla sobre un pan keto tostado… las opciones son infinitas.
No dudes en aprovechar el horno encendido y duplicar (o más) la receta, y guardar lo que te sobre (si te sobra) en un recipiente en la nevera para disfrutar de la escalivada en los próximos días.
1 pimiento rojo
2 cebollas
3 tomates
1 cabeza ajos
Aceite de oliva virgen extra
Sal
Preparación
Empezamos calentando el horno a 180º.
Mientras toma calor lavamos y secamos la berenjena, los tomates y el pimiento. Le quitamos la capa exterior a las cebollas y ponemos todas las verduras, excepto los tomates, en la bandeja de horno. Le damos unos cortes a la berenjena para que no explote con el calor.
Regamos las verduras con un poco de aceite y las horneamos durante 1 hora.
Pasada la hora, le damos la vuelta a las verduras e incorporamos los tomates a la fuente. Lo horneamos todo media hora más.
Dependiendo del tamaño de las verduras, puede que necesites dejarlas más tiempo: lo que precisen para cocinarse del todo y que estén tiernas.
Cuando estén cocinadas, sacamos las verduras del horno y esperamos 5 minutos a que atemperen un poco. Entonces, cuando continúen calientes pero no quemen, pelamos y despepitamos el pimiento, la berenjena y los tomates. Retiramos también las primeras capas de las cebollas y sacamos los ajos de la cabeza.
Cortamos en juliana las verduras, sazonamos al gusto y las disponemos en una fuente o bol junto con el jugo que hayan soltado.
¿Qué te ha parecido esta receta? ¿Te animas a probarla?
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