Versionamos la tradicional moussaka griega y nos la traemos a nuestro mundo keto. Por otro lado, la moussaka original emplea carne de cordero, especiada con canela, pero nosotros hemos optado por utilizar carne de ternera. Por supuesto, puedes utilizar la que prefieras.
Muy sencilla de preparar, el resultado es sabrosón y adictivo, apta para quienes sigan una dieta baja en hidratos y también para celíacos, puesto que la salsa que la cubre no lleva harina. Pero está igualmente espectacular.
Enciende el horno que empezamos en 3, 2, 1…
500 g carne picada de ternera
60 g queso parmesano rallado
1/2 cebolla
1 diente ajo
Cilantro
Orégano
Comino
80 g yogur griego
1 huevo
Pimienta negra
Sal
Preparación
Precalienta el horno a 180º C.
Corta la berenjena en láminas y disponlas sobre un papel absorbente. Sazónalas ligeramente y espera unos momentos para que suelten el amargor.
Calienta un poco de aceite en una sartén y fríe las láminas de berenjena por ambos lados. Reserva según se vayan haciendo.
Una vez estén todas hechas, utiliza esta misma sartén para cocinar la carne junto con la cebolla picadita. Incorpora el ajo picado, las especias y la salsa de tomate. Llévalo a ebullición suave y déjalo cocinando 15-20 minutos, removiendo de vez en cuando. Prueba y rectifica de sal.
Escoge una fuente apta para horno donde montar la moussaka. Dependiendo del tamaño de la fuente elegida, pueden salir una o dos capas de carne.
En cualquier caso, alterna capas de berenjena y de carne, empezando y terminando siempre con láminas de berenjena. Ayúdate de una cuchara para aplanar la carne, de forma que quede una capa lisa.
En un bol aparte bate el huevo junto con el yogur, la sal y la pimienta negra. Bate hasta que quede cremoso y homogéneo. Vierte esta salsa sobre la última capa de berenjena, cubre con el queso parmesano y hornéalo durante 30-40 minutos.
Pasado este tiempo, sácalo del horno y deja que enfríe 5 minutos antes de servir. De otro mundo…
¿Qué te ha parecido esta receta? ¿Te animas a probarla?
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